Viendo cómo soplaba el viento, que provocó problemas en el propio concierto, la familia decidió regresar al catamarán para evitar contratiempos, pero cuando llegaron el catamarán ya había quedado encallado en las rocas.
El ancla
Parece ser que el ancla había garreado y por el viento había llevado la embarcación hasta los bajíos de la costa. Con la luz del día se pudo comprobar que había dos vías de agua abiertas en el casco por lo que una empresa especializada de Formentera, que ayer ya iba dejando palets y maderas diversas, se iba a encargar de taponar provisionalmente las vías, achicar el agua y reflotar la embarcación para su posterior traslado a Eivissa para la reparación definitiva.
Ese mismo día otra embarcación sufrió un percance similar pero al día siguiente había podido ser liberada sin problemas y sin en que en ninguno de los casos hubieras desgracias personales.
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