La mujer se cayó al interior de este pozo, de donde, primero un vecino y luego los bomberos tuvieron que rescatarla.

Una mujer ibicenca de 54 años de edad se precipitó ayer por la mañana a un pozo en una finca cercana a Sant Miquel y tuvo que ser rescatada primero por un vecino y luego por los especialistas del Parque de Bomberos. El pozo tiene entre ocho y diez metros de profundidad, los dos últimos anegados, y la mujer resultó prácticamente ilesa, ya que tan sólo sufrió raspaduras en la espalda y un golpe en la pierna.

Con las peores previsiones en cartera, el servicio del 061 envió al lugar una ambulancia UVI, que finalmente trasladó a la mujer, M.F.E., al hospital de Can Misses.

Al parecer, la mujer estaba paseando por la finca, en junto con su marido y un vecino y, en un momento determinado, sin saberse cómo, acabó en el pozo. Se había quitado parte de la ropa. El pozo está atravesado por dos vigas de madera, pero la mujer tuvo la fortuna de no golpearse con ellas y acabó en el agua. El vecino descolgó una escala de cuerda y madera y bajó hasta donde estaba la mujer, que en ningún momento perdió el conocimiento. El hombre evitó que la mujer se hundiera en el agua y posibilitó que se pudiera agarran a la escala hasta que llegara n los equipos de rescate.

El rescate

El siguiente en llegar al Camí Venda des Rubio fue uno de los especialistas del Servei d'Emergéncies 112, que bajó al pozo y se quedó en el agua con la mujer hasta que finalmente llegaron los bomberos del Consell d'Eivissa. También se presentaron en la zona agentes de la Policía Local de Sant Joan y de la Guardia Civil, así como la ambulancia del 061. La Guardia Civil se ha encargado de la investigación del suceso.

Los bomberos instalaron un trípode en la entrada del pozo y bajaron hasta donde estaba atrapada la mujer. Aseguraron su situación y la izaron, donde ya estaba el médico para examinara. En total estuvo dentro del pozo algo más de una hora.