La titular del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, la magistrada Clara Ramírez de Arellano, dejó ayer vista para sentencia la causa por tenencia ilícita de armas contra dos delincuentes que fueron apresados por la policía el pasado mes de febrero en Platja den Bossa cuando se investigaba la posibilidad de que un grupo de ladrones estuviera usando una casa semiabandonada de la calle sa Punta para preparar varios asaltos. En la actuación policial se intervino un arsenal de pistolas, escopetas y carabinas. Ambos acusados quedaron ayer en libertad provisional por orden judicial, aunque el fiscal se opuso expresamente a la de uno de los sospechosos.

Sólo uno de los dos detenidos reconoció la propiedad de dos de las pistolas que fueron intervenidas, una pistola Astra del calibre 9 mm y otra modelo Ceska del calibre 7,65. Según el examen policial, ambas armas, que contaban con sus respectivos cargadores, estaban preparadas para ser utilizadas. El otro únicamente dijo tener una escopeta de balines.

El poseedor de estas pistolas, C.M.P., natural de Ciudad Real y de 42 años, contaba con cinco detenciones anteriores. El fiscal pidió ayer tres años y medio de cárcel para dicha persona. A su vez, el ministerio requirió dos años para el otro acusado, el ibicenco G.S.G., de 35 años, y quien ha sido arrestado en 20 ocasiones por robo. Los dos detenidos, que se declararon heroinómanos, afirmaron ayer en la vista oral que frecuentaban la casa para consumir drogas, lugar, donde según ellos, vivían dos hermanos.

C.M.P. fue sorprendido por la policía con una de las pistolas al cinto. En la casa, además de estas armas y herramientas, se intervinieron un revolver de detonación, una escopeta Hunter de aire comprimido con visor incorporado y otro de la marca Shadow.