Los informes psiquiátricos sobre J.J.S.N., un ibicenco de 52 años detenido en abril de 2008 bajo la acusación de violar a sus cuatro hijas desde 1992, concluyen que «sabía lo que hacía» y que «no padece ningún problema de salud mental», informaron ayer fuentes judiciales. Los psiquiatras no han encontrado «ningún atenuante» en la personalidad de J.J.S.N. que pueda explicar su actitud y consideran que «no existe ninguna alteración de sus capacidades volutivas».

En cuanto al francés P.S., de unos 65 años de edad, amigo del anterior e igualmente acusado de violar a las cuatro mujeres a lo largo de años, aún se espera el último informe psiquiátrico, pero otro previo señaló que es una persona «responsable de sus actos» y que no ha mostrado «arrepentimiento». El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa, Santiago Pinsachs, espera en breve terminar la instrucción, dar traslado a las partes y poder iniciar el juicio, que probablemente lo celebre la Audiencia Provincial.

Encubrimiento

Junto a J.J.S.N. y P.S. también fue detenida por encubrimiento la esposa del primero y madre de las cuatro presuntas víctimas. Los arrestos fueron practicados en abril del año pasado a raíz de la denuncia formulada por la hija mayor de la pareja, que dijo que su padre la había violado a ella y a sus tres hermanas en repetidas ocasiones a partir de que las jóvenes cumplían los 15 o 16 años.

Tras comparecer ante el juez de guardia los tres fueron enviados a prisión, pero recientemente la madre ha quedado en libertad provisional mientras se termina de instruir el caso y llega el día del juicio. Cuando fue preguntado por las supuestas violaciones, J.J.S.N. declaró que no recordaba bien, que a veces estaba bebido, pero sí mentó a su padre, abuelo de las presuntas víctimas, para decir que era la persona que le había inculcado la forma de actuar en familia. «En mi casa las cosas son de esta manera, arreglamos las cosas así», dijo ante el juez de guardia.

La familia vivía en una caravana en el municipio de Sant Josep, donde supuestamente se cometieron los abusos de forma continuada. El francés vivía en una tienda de campaña cerca de Sant Rafel.