La Guardia Civil movilizó varias patrullas tras tenerse conocimiento de un atropello intencionado.

Las desavenencias entre el acusado y su socio son motivo de distintos litigios judiciales desde que se fue al traste el centro médico privado que ambos regentaban en Cala de Bou, unas instalaciones que en su día también fueron motivo de pleitos después de que los vecinos se sintieran perjudicados por unas obras de reforma que se acometieron,

La condena de dos años de prisión, junto con el pago de una indemnización de más de 13.500 euros, es la última decisión judicial que ha recaído dentro del contubernio que enfrenta a ambos médicos. La responsable del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, la magistrada Clara Ramírez de Arellano, ha entendido como probado que en la noche del 17 de enero de 2007 el doctor Juan Antonio R.M. arrolló con su Peugeot 306 al que fuera su ex socio «con ánimo de causarle un menoscabo físico, golpeándole a propósito con su vehículo». La víctima sufrió, además de distintas contusiones al caer al suelo, una rotura de menisco que precisó intervención quirúrgica. El suceso tuvo lugar cuando el afectado, otro médico, a su vez, acusado en distintas ocasiones de maltrato por su mujer, caminaba por la calle en compañía de una amiga y vieron a un «coche acelerando y que se les venía encima», según declaró en la víctima el perjudicado.

Éste relató que sólo tuvo tiempo de dar un empujón a su amiga para evitar que ella fuera arrollada sin poder impedir, por contra, que el coche impactara contra su cuerpo.

El doctor Juan Antoni R.M., por su parte, aseguró en la vista oral que, cuando se dirigía a su casa, realizó una maniobra en una calle, momento en el que la víctima se le echó encima del capó y comenzó a dar patadas en la carrocería para intentar que éste saliera del coche.

La juez no ha dado crédito a esta versión al ampararse en que tanto el afectado como su acompañante contaron del mismo modo lo ocurrido, así como en el reconocimiento médico que acredita que las lesiones sufridas por el ex socio del acusado más bien corresponde con el atropello. Tras el incidente, una patrulla de la Guardia Civil atendió a la víctima.