«Lleva mucho tiempo haciéndome la vida imposible. Tiene puesta la radio a todo volumen hasta las dos de la madrugada, me echa agua en la ropa tendida y sale desnudo a la ventana para que lo vea cuando estoy desayunando. Ahora me ha sustraído luz tres veces y por dejarme sin ella he perdido una nevera».
Así relató una vecina de los números 59-61 de la avenida Pedro Matutes Noguera de Eivissa sus infortunio con un residente del mismo inmueble que ella que ayer tuvo que sentarse en el banquillo del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa acusado de defraudar fluido eléctrico. El acusado negó tener alguna animadversión contra la mujer, negó que se beneficiara de sus instalaciones y alegó «depresión» y «estado de necesidad» tras reconocer que había estado un tiempo conectado directamente a la red de Gesa, operación que realizó gracias a su profesión de electricista. Tanto la mujer como el acusado han protagonizado varias disputas en el inmueble, alguna de las cuales acabó también en el juzgado.
«Se descubrió todo por la denunciante. El equipo antifraude de Gesa no lo había detectado», afirmó el sospechoso, quien se acogió a su derecho a declarar en catalán.
Según la compañía afectada, el fraude tuvo lugar entre mayo de 2006 y agosto de 2007. La cuenta se elevó a 873'33 euros, cantidad que se obtuvo haciendo una media del consumo que se le atribuyó. Un técnico explicó que el gasto de suministro era «residual», un «cinco por ciento de su capacidad». «Sólo tengo la radio, un televisor, una nevera y cuatro bombillas. Ahora estoy sin luz», dijo el acusado. El técnico añadió que era imposible legalizar su situación porque dicha persona no tenía cédula de habitabilidad para su vivienda.
El fiscal pidió para éste sendas multas que en su conjunto se elevan a 3.240 euros. La denunciante, por su parte, mostró su indignación por todo lo sucedido. «Lo hizo adrede tres veces. La primera vez fue porque se inundó mi casa y me quedé sin luz 25 horas. Al bajar al contador lo vi manipulando y cogiendo mi fusible. Luego lo volvió a hacer y lo más grave fue cuando volví a los 15 días de Formentera y la nevera se había podrido con toda la comida que había dentro. Hubo que tirarla», señaló la perjudicada.
El fiscal pidió ayer multas que suman 3.240 euros para un electricista de Eivissa denunciado por su vecina por una estafa a Gesa. El acusado afirma que lo hizo «deprimido».
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