La alcaldesa Lurdes Costa presidió la junta local de seguridad de Vila, convocada esta vez con carácter de urgencia. Foto: MARCO TORRES

R.S.

Ante el aumento de las denuncias recibidas por el Ayuntamiento por agresiones y robos con menores de edad involucrados, la junta local de seguridad de Vila se reunió ayer con el objeto de adoptar medidas. En la reunión, presidida por la alcaldesa, Lurdes Costa, participaron la consellera de Polítiques Socials, Patricia Abascal; la directora insular, Sofía Hernanz; el comisario del Cuerpo Nacional de Policía, Estanislao Pérez; el jefe de la Policía Local de Vila, Manuel Ayala, y representantes de la Conselleria de Benestar Social y de los Serveis Socials del Ayuntamiento.

El policía-tutor

La junta fue convocada con carácter de urgencia por el Consistorio para tratar los problemas de conflictividad juvenil detectados en el municipio y entre las medidas que se adoptaron destaca «como actuación más inmediata el refuerzo de la vigilancia policial en determinadas zonas de ocio del municipio y en determinados horarios, que es cuando se producen la mayoría de las intimidaciones y pequeños robos a menores», según explicó Herranz.

Por su parte la alcaldesa dijo que los servicios municipales, como la Policía Local o los técnicos de las áreas sociales, «actuarán de forma totalmente coordinada» con el Consell d'Eivissa y el Cuerpo Nacional de Policía. Costa anunció que se creará la figura del «policía-tutor en la Policía Local», con el objeto de controlar a los jóvenes que se encuentren «en situación de riesgo y el absentismo laboral». De forma paralela, se acordó que los Serveis Socials de Vila y Atenció al Menor del Consell d'Eivissa trabajen de forma coordinada para abordar el problema de los menores que protagonizan los conflictos y también con sus familias. En este sentido, la consellera formuló un llamamiento a las familias y recordó que «los padres y las madres son los primeros responsables de la educación de sus hijos».

En esta junta local se presentó un informe al parecer encargado por el Consistorio en el que, según el Ayuntamiento, «se recalca que en Eivissa no existen grupos organizados por nacionalidades o ideologías, sino que se trata de adolescentes que se juntan de forma espontánea y provocan conflictos con otros jóvenes». «En un primer nivel», señalan desde el Ayuntamiento, «se encuentra un grupo de no más de tres o cuatro adolescentes con importantes problemas de conflictividad, mientras que en un segundo nivel se hablaría de otra decena de jóvenes».

Fiscalía de Menores

A lo largo de la junta el Consell d'Eivissa manifestó su compromiso de solicitar una reunión con los responsables del Tribunal Superior de Justicia, ya que la isla no cuenta con una Fiscalía de Menores, lo que, a su juicio, hace que la mayoría de los casos se tramiten con «mucho retraso».