La Audiencia Provincial ha condenado a seis años de prisión a un hombre que se vio implicado en una pelea de bar en Cala Llonga y en la que su oponente perdió un ojo. El tribunal, asimismo, impone otros seis meses de cárcel a la principal víctima, de nacionalidad marroquí, por las lesiones que causó al otro contendiente. El tribunal establece que el primero tiene derecho a cobrar una indemnización que supera los 59.000 euros mientras que el otro deberá recibir 6.200 euros por las heridas sufridas. Los dos hombres fueron hallados por la policía semiconscientes y cubiertos de sangre.

El suceso tuvo lugar sobre las tres de la madrugada del 9 de agosto de 2003 en la barra del pub Raffles después de que el hombre que quedó sin la visión de un ojo se sintiera molesto cuando el otro acusado saludó a un amigo suyo diciéndole «hola negro». Tras recriminarle este comentario, los dos amigos le pidieron al marroquí que no se entrometiera en su conversación.

Pese a ello, el principal afectado en la reyerta fue tras los pasos de los dos hombres y llamó «racista de mierda» y «gilipollas» entre otros epítetos.

Todo ello hasta que el marroquí agarró del brazo al hombre al que responsabilizaba de las vejaciones. «Éste se giró estrellando contra su cara el vaso que portaba, que se rompió alcanzando los fragmentos de cristal ojo izquierdo», resuelve como probado la sentencia.

«Seguidamente, el herido, furioso por lo sucedido y para que su agresor no pudiera darse a la huida, le cogió del cabello, iniciándose una violentísima pelea en el transcurso de la cual cayeron sobre la mesa del local fracturándose botellas y vasos», añade el fallo. La pelea siguió con cabezazos contra el suelo y patadas hasta que ambos implicados se enzarzaran en nuevas agresiones en la terraza del establecimiento. Ambos fueron evacuados al hospital y precisaron intervención quirúrgica.