El delegado del Gobierno en Balears, Ramón Socías, ha tildado de «episodio desgraciado de la historia de la Comandancia» los hechos que derivaron en el juicio que sentará en el banquillo al que fuera jefe de la Guardia Civil de Baleares, el coronel Javier García Peña, por emitir una factura falsa.

El delegado ha indicado a los periodistas que el coronel y el capitán eran «servidores públicos» y, por tanto, deberían haber tenido «mucho más cuidado». «En este sentido, supongo que tendrá un coste para ellos», ha añadido.

El delegado ha apuntado, sin embargo, que en esta actuación no hubo «ánimo de hacer daño» porque el dinero se reintegró.

Según el relato de los hechos de la Fiscalía, cuando el coronel tomó posesión del cargo como jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Balears comprobó que no había fondos disponibles para adquirir nuevo mobiliario para la vivienda oficial que le había sido asignada, pero sí para la realización de obras.

Entonces contactó con el capitán, que a su vez convenció a un constructor para que «realizara los trámites necesarios para aparentar la realización de una obra tanto del baño como en la cocina de la vivienda oficial asignada al coronel García».