Un hombre de Formentera que está preso desde finales del mes pasado por, supuestamente, vulnerar la orden de alejamiento de su ex compañera sentimental y por enviarla un sms amenazante de cara al juicio que se celebró ayer fue puesto en libertad por la jueza del Juzgado de lo Penal número 1, Clara Ramírez, que vio claros indicios de que el mensaje de móvil no lo hubiera enviado el acusado. También se le acusó de hacerle a la mujer el gesto de cortarla el cuello.
Durante el juicio y a raíz de las declaraciones de numerosos testigos citados tanto por la defensa como por el Ministerio Público, surgió la duda razonable de que el mensaje se lo podría haber enviado ella misma, tal vez en connivencia con su supuesto amante, una posibilidad que el abogado de la defensa del acusado pidió que se investigara. De hecho, tras escuchar todas las declaraciones, la propia fiscal retiró la acusación de obstrucción a la justicia que representaba el envío del sms intimidatorio. No retiró la acusación de vulnerar la orden de alejamiento, por la que demanda un año de prisión para el formenterense.
Nada más empezar el juicio, la acusación particular, es decir, el abogado de la mujer denunciante, anunció que se retiraba la denuncia contra su ex compañero sentimental, del que aún no se ha separado oficialmente. «Mi cliente está desprotegida y retira la acusación porque vive en Formentera, que es muy pequeño, se siente perseguida y prefiere parar», arguyó el letrado. La propia denunciante, en su declaración en el juicio de ayer, que se debía haber celebrado a finales de septiembre pero fue aplazado, dijo que duda de que fuera su ex compañero quien le enviara el mensaje y que desconoce quién fue, aunque señaló que sospecha que en Formentera hay personas que no la quieren bien. Tras su declaración, la jueza despidió a la mujer: «Puede irse, de momento».
Los hechos ocurrieron una noche de septiembre en un bar de Formentera. Según declararon varios testigos, entre ellos el dueño del local, el acusado llevaba varias horas en el bar cuando llegó su ex compañera. Para no vulnerar la orden de alejamiento se tuvo que marchar. Ninguno de los testigos, a excepción del supuesto amante de la denunciante, vio que le hiciera el gesto de cortarla el cuello. Éste repitió tímidamente ante la jueza -ya lo había dicho cuando se le interrogó en el juicio anterior que fue suspendido- que sí le vio hacer el gesto.
La tarjeta SIM desde la que se envió el sms la había comprado el acusado junto con un teléfono móvil, pero supuestamente sólo usó el terminal y dejó el chip en la caja. Ahora se ha pedido se investigue no sólo desde que tarjeta SIM se envió el mensaje, sino también desde qué terminal, lo que servirá para aclarará dudas.
Robo del coche
El supuesto amante de la reclamante -a quien los testigos calificaron de esta forma pero que él no lo reconoció en el juicio porque, dijo, está casado y tiene hijos- ha denunciado recientemente a la mujer por, presuntamente, robarle el coche y en la denuncia señala también que dentro del vehículo encontró una bolsa en la que había unas muestras de cremas -la mujer tiene un establecimiento en el que se manejan estos productos- y la tarjeta SIM desde la que se envió el mensaje amenazante. Este juicio, en el que la supuesta víctima y su presunto amante podrían acabar condenados a penas de prisión, quedó visto para sentencia.
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