La Sección Primera de la Audiencia Provincial dirimió ayer en Eivissa un juicio derivado de una pelea entre dos personas, el marroquí S.E.H., y el español S.H.P., en la que el primero perdió un ojo y el segundo también sufrió lesiones, aunque de menor entidad que las de su contendiente. La pelea se produjo en el bar Reffles de Cala Llonga el 9 de agosto de 2005, hace más de tres años.

Tras escuchar el relato de los dos acusados y de los testigos citados por las partes, el Ministerio Público se ratificó en sus conclusiones y no modificó las peticiones de pena para los dos protagonistas de la pelea, que se acusan mutuamente. La fiscal solicita para el español una pena de nueve años de prisión y para el marroquí, cuatro años. Además, a juicio del Ministerio Público, el primero debería indemnizar al segundo con una cantidad de 3.600 euros por las lesiones y sufridas y con otros 100.000 euros por las secuelas, es decir, la pérdida de un ojo. También el marroquí debería indeminizar al español con 1.260 euros por las lesiones sufridas y con 5.000 euros más por las secuelas derivadas de las heridas. El juicio quedó ayer visto para sentencia.

Según el escrito de acusación, el español «estrelló un vaso en la cara [del marroquí], a lo que éste respondió propinándole un golpe, cayendo ambos al suelo, agarrando S.E.H. del pelo a S.H.P. y propinándole numerosos puñetazos y cabezazos, respondiendo S.E.H., a su vez, con numerosos golpes puñetazos». En el juicio, el español negó que arrojara o golpeara con el vaso al marroquí y dijo que la pérdida del ojo se produjo cuando S.E.H. cayó sobre una mesa en la que había vasos y botellas. Por su parte, el español asegura que la pelea la inició el marroquí, que, ademñas, le llamó «racista» y «gilipollas». El marroquí lo niega y dice que la pelea la inició su contendiente.