Tres personas, el responsable del bar Cirilo de Eivissa, ubicado en el pasaje Castaví de Vila, y dos de sus empleados, Juan V.G.R., Cirilo G.R. y Eider C.S., respectivamente, se juegan doce años de prisión después de que el fiscal los haya considerado responsables de un delito de tráfico de drogas. Según la investigación judicial, en este bar se estuvo vendiendo cocaína desde antes del 24 de noviembre de 2006 hasta el día 1 de diciembre, fecha en el que una operación policial acabó con el «negocio». En el establecimiento de los tres acusados se intervinieron 89 gramos de cocaína, repartidos en 68 bolsitas y otro envoltorio, así como básculas de precisión. El fiscal pide también para los acusados una multa superior a los 21.000 euros, el cierre definitivo del bar y la inhabilitación empresarial.