La oficina asaltada ayer en Bartomeu Rosselló instantes después de que tuviera lugar el atraco. Foto: GERMÁN G. LAMA

«Tranquilidad. No tiene por qué pasar nada. Sólo quiero el dinero». A plena luz del día y en una de las más céntricas calles de Vila. Así, y tras encañonar con una pistola de grandes dimensiones a la cabeza de un empleado de la central de la Banca March en Eivissa, un individuo atracó ayer este banco de la avenida Bartomeu Rosselló. El sospechoso, un hombre joven enfundado en una camiseta de color rosa y provisto de una gorra y unas gafas, cogió cerca de 20.000 euros que había en las dos cajas a las que pudo acceder antes de salir al exterior. A pocos metros le esperaba otra persona montada en una moto, vehículo con el que los dos ladrones huyeron.

«Parecía un turista. Fue todo rápido. Entró, se puso en la cola y, de pronto, sacó la pistola. Sólo se puso nervioso al intentar salir, momento en que se equivocó de puerta e intentó abrir la que estaba cerrada», explicó uno de los empleados afectados por este robo a mano armada ocurrido en la isla, el segundo en menos de una semana después de que el pasado martes otro hombre, que podría tratarse del mismo, asaltara con un sistema similar la sucursal de la Caixa en Jesús. El último atraco ocurrido en la isla tuvo lugar poco después de las once de la mañana. Ocho clientes se hallaban en el interior de la oficina cuando el ladrón se dirigió hacia la caja, momento en el que había dos empleados y otros seis estaban en otros puestos de la banca. La policía comenzó las indagaciones con rapidez, minutos después del robo, tras darse aviso también al 112. La directora de zona de la Banca March, Cristina Faura, acudió también enseguida al oficina. «Hemos tenido tres robos en dos años, el más reciente el ocurrido hace pocos meses en nuestra sucursal de la calle Extremadura», comentó. Faura añadió que la policía se hallaba a la espera de visionar las cintas de seguridad para tener más datos.