Control realizado por la Policía Local de Eivissa durante esta campaña en la avenida de Sant Jordi.

Un total de 552 conductores pasaron por las pruebas de alcoholemia a los que les sometió la Policía Local de Eivissa en una campaña que ha durado quince días y que fue organizada por la Dirección General de Tráfico en todo el territorio nacional, campaña a la que se sumó, como ya ha ocurrido en otras iniciativas similares, el Ayuntamiento de Vila. Treinta de ellos dieron positivo, dato que en términos porcentuales supone un seis por ciento de los conductores que fueron parados. Según estas mismas estadísticas, otros siete conductores fueron sorprendidos bebidos bien al verse implicados en accidentes o bien al ser interceptados por una dotación después de que los agentes observaran una infracción contra el Código de Circulación en la vía pública.

La campaña se inició el pasado 2 día y concluyó hace ahora una semana. En la medida de lo posible, se montaron controles tanto en los turno de día y tarde como los de noche. En 28 de los casos se tramitó un mero boletín de denuncia y en los nueve restantes se cursó el correspondiente atestado susceptible de que el infractor hubiera incurrido en delito al superarse la tasa de 0'60 tras la última modificación del Código Penal.

Según la mismas estadísticas facilitadas por el Ayuntamiento de Eivissa, el 15 de junio fue el día que más conductores tuvieron que «examinarse». Los agentes realizaron ese día hasta 71 pruebas, dos con resultado positivo. Por contra, el 9 de junio fue cuando menos etilometrías se efectuaron: trece. Sólo una de ellas motivó la tramitación de una denuncia. La media durante estos días fue de que entre 30 y 40 conductores pasaron los puntos de verificación de alcoholemia que se instalaron en lugares tan dispares como las avenidas de Santa Eulària, de la Paz, de Sant Jordi o de Pedro Matutes Noguera, entre otras zonas que fueron motivo de especial vigilancia.

En los controles no hubo ningún conductor que cometiera, además, delito de desobediencia al negarse a soplar, como ocurre en otras ocasiones, cargo al que se suma el añadido de delito contra la seguridad del tráfico. Sin embargo, dos de los afectados sí se acogieron a su derecho a que se les llevara al hospital para un análisis de sangre.