Siete napolitanos apresados, cinco hombres y dos mujeres con edades comprendidas entre los 25 y los 21 años, es el resultado de la última investigación llevada a acabo por el Cuerpo Nacional de Policía contra la denominada banda del Rolex, una organización que desde hace años actúa todos los veranos en Eivissa y que ha sido vinculada, incluso, con la denominada «Camorra». Comisaría, con estas detenciones, da por desarticulado un nuevo grupo que llevaba «trabajando» en la isla desde principios de este mes y que había llevado a cabo al menos seis asaltos.

Uno de los sospechosos era buscado en Málaga como supuesto autor de un robo con violencia ocurrido en Marbella y en el que se utilizó el típico «modus operandi» de asalto a la víctima que caracteriza a la banda. Los demás contaban con antecedentes en Italia por tenencia de armas y robos, así como delitos de daños, lesiones, estafa y asociación de malhechores.

El nuevo grupo desmantelado en Eivissa estaba asentado en la isla y dos de los acusados fueron localizados en un hotel de Cala Bou. El resto del grupo fue arrestado en el puerto de Eivissa, según una nota de prensa de Comisaría. Los siete sospechosos, que ayer mismo pasaron a disposición judicial, son los supuestos responsables de la práctica totalidad de los asaltos registrados este verano en Vila, según los investigadores.

La brigada de Policía Judicial detectó la presencia del grupo tras recibir las primeras denuncias a comienzos de este mes.
En uno de ellos, precisamente, resultó herido un agente que fue arrollado cuando intentó interceptar el ciclomotor en el que huían dos ladrones después de haber perpetrado uno de los asaltos.

Alessando M., Luigi C., Vittorio S., Giovanni D.L., Luigi S., Enmanuela T. y Magdalena M. fueron capturados al concretarse las investigaciones que se había iniciado después de que se cotejaran nuevos datos que relacionaban a todos ellos con «golpes» en los que las víctimas, como es habitual cuando se habla de la banda del Rolex, eran abordados por dos individuos que les arrebataban relojes de marca y que después huían en un ciclomotor con extrema velocidad y circulando temerariamente si llega el caso.