A.F.A., de 36 años y natural de la localidad barcelonesa de Granollers, fue apresado en el puerto de Ibiza Nueva después de que fuera sorprendido en el interior de un barco que no era de su propiedad y acabara amenazando a los agentes que fueron requeridos supuestamente diciéndoles que «se iban a acordar de su nombre porque lo llevaba tatuado en un brazo» y que «la muerte la tenían más cerca de lo que esperaban».

El suceso tuvo lugar a primera hora de la mañana de anteayer cuando una empleada de la limpieza se disponía asear el barco, momento en el que dio la voz de alarma al ver la escotilla de entrada rota y unos zapatos en la puerta. Una persona que se responsabilizó posteriormente de la embarcación informó que, pese a los daños, no faltaba ningún objeto de valor del interior del barco.