El juez investigó para saber si Cañizares y Olivera estaban abducidos por el «Brujo»

El juez instructor, el magistrado Pablo Mendoza, se refirió a esta cuestión en un auto anterior en el que establecía que ambos deportistas, tras los datos recogidos en ese momento y al no haber elementos definitivos, debían figurar en la causa sólo como testigos, según la información recogida por este periódico. Nuevas informaciones que han trascendido sobre este particular señalan que de las declaraciones efectuadas por las afectadas se pudo inferior entonces que tanto Cañizares como Olivera eran personas que denotaban estar muy cerca del mentalista. De hecho varias fueron las chicas que aseguraron haber tenido relaciones sexuales con alguno de ellos cuando ya eran mayores de edad y aún seguían bajo la supuesta influencia del «Brujo». Las afectadas también relataron que Tomás A.R. hacía continua gala de que sus consejos eran altamente apreciados por futbolistas y deportistas de elite y que en sus encuentros con éstos no sabían que «papel» jugaban. Por todo ello, el juez estableció que ambos debían continuar como testigos mientras avanzaban las pesquisas y llegaban nuevos informes psicológicos al juzgado, al no poder saberse su grado de conocimiento. A todo ello se une que las comprobaciones de la Guardia Civil durante la investigación policial sirvieron para averiguar que Tomás A.R., de 53 años y con «consultas» en Sant Llorenç y Sant Jordi, conducía habitualmente un Mercedes de lujo propiedad de Olivera que éste le autorizaba por escrito a utilizar. No ha habido más sobre Olivera pero la reciente declaración de la mujer que dijo haber tenido dos relaciones sexuales en grupo con Cañizares cuando era menor y con la presencia de otras adolescentes es lo que ha generado el auto de imputación de Cañizares.