El Cuerpo Nacional de Policía exhibió ayer en Comisaría la droga decomisada al médico argentino y a su compañera. Foto: SONIA GAITÁN

E.D.H., un médico argentino de 37 años que fue condenado el año pasado por robar un ordenador a un taxista que le llevaba a su trabajo en el hospital de Formentrera, a raíz de lo cual fue despedido por la gerencia del centro médico, ha sido detenido ahora por presunto tráfico de drogas junto a una joven de 20 años y nacionalidad brasileña, cuyo nombre y apellido se corresponden con las iniciales N.B.A. Las detenciones fueron practicadas el pasado jueves por la tarde en el municipio de Eivissa por agentes de la Brigada de Policía Judicial y el Grupo de Estupefacientes del Cuerpo Nacional de Policía.

Según un comunicado de Comisaría, «en horario nocturno E.D.H. llevaba a cabo numerosos contactos con personas conocidas como consumidores habituales en diversos locales de ocio nocturno, permiténdose llevar un alto nivel de vida a pesar de no estar recibiendo remuneración alguna», al menos de forma legítima.

Según la policía, las investigaciones han estado tuteladas «en todo momento» por el Juzgado de Instrucción número 2 de Eivissa, a quien los agentes solicitaron una orden judicial para entrar en el domicilio de los ahora detenidos. En el interior de la vivienda la policía encontró 886 pastilas de éxtasis, 29 gramos de cocaína, cien gramos de hachís y 330 gramos de marihuana. La policía expuso la droga decomisada ante los medios de comunicación en la Comisaría.

En el caso de la joven brasileña detenida, Comisaría está tramitando un expediente de expulsión del territorio nacional porque se encuentra en España en siutuación migratoria irregular.

El médico que robó el ordenador al taxista que le llevaba al hospital aceptó en abril de 2007 la pena de cuatro meses de cárcel que solicitaba para él el Ministerio Fiscal. A raíz de esto ganó antecedentes penales y se quedó sin trabajo. A raíz de estos antecedentes, el argentino podría ahora, tras su detención por presunto tráfico de drogas, acabar en prisión.

Reconoció en ese momento en el juzgado que no pudo resistirse a la tentación de apoderarse del ordenador portátil que vio en el vehículo que le trasladaba para desempeñar su trabajo en Urgencias del hospital de Formentera, trabajo que realizaba desde el 1 de abril de 2007, fecha en el que inició un contrato temporal con el Ib-Salut por el plazo de un mes.

El fiscal pidió una condena de seis meses de cárcel -sin sumar a ellas penas de inhabilitación profesional- para el facultativo sospechoso por un delito de hurto. La confesión en el juzgado de Instrucción número 1 de Eivissa permitió reducir en un tercio la condena del acusado, por lo que finalmente el juez Juan Carlos Torres impuso una pena de cuatro meses de cárcel.