Dos hombres condenados a penas de trabajos en beneficio de la comunidad (TBC) comenzarán a cumplir su castigo el próximo lunes, informó ayer la responsable de la Fundación cde Ayuda a la Reinserción, Magdalena Amengual. Estos dos hombres trabajarán para el Ayuntamiento de Vila y realizarán tareas de «mantenimiento de instalaciones», señalaron tanto desde la Fundación de Ayuda a la Reinserción como desde el Consell d'Eivissa.
Por su parte, el Ayuntamiento de Eivissa también lo confirmó, pero añadió que con el objeto de proteger la identidad de los dos condenados no se va a hacer público el tipo de delito por el que han sido condenados. No obstante, los TBC se aplican principalmente en casos de violencia doméstica y, desde que comenzó 2008, también en los delitos contra la seguridad vial.
Los TBC son voluntarios, es decir, si el condenado no lo desea, el juez no los puede imponer. Sin embargo, al tratarse de sustituciones de penas de prisión por un número determinado de días de trabajo comunitario, muchos condenados optan por ellos con tal de no ingresar en prisión en el caso de que tengan antecedentes penales o, en caso contrario, evitar contar con ellos en el futuro.
Para decidir el tipo de trabajo que realizan los condenados, la Fundación de Ayuda a la Reinserción se entrevista con ellos y decide según su profesión o habilidades. Normalmente, según la experiencia de otras ciudades, realizan trabajos de limpieza o de ayuda a organizaciones no gubernamentales, principalmente la Cruz Roja. Precisamente, la oficina en Eivissa de la Fundación de Ayuda a la Reinserción se encuentra en el mismo edificio que Cruz Roja.
En enero pasado, la Conselleria balear de Benestar Social acumulaba 58 sentencias de TBC dictadas en Eivissa desde el año 2005 hasta la actualidad que hasta el momento no se han podido cumplir por falta de medios. Según Amengual, la mayor parte de estas condenas a TBC emanaban de delitos de malos tratos en el ámbito familiar. Ahora, sin embargo, son muchas más, ya que desde enero este tipo de pena se aplica también a los delitos contra la seguridad del tráfico rodado.
Durante años las dos jueces de lo Penal en Eivissa han tratado de no imponer este tipo de penas en los delitos de violencia machista, conscientes de que los TBC no se podían cumplir en Eivissa por falta de medios -sí en Mallorca-. Sin embargo con la nueva ley de tráfico no tienen más remedio, siempre que el conenado así lo quiera, que imponerlas en sustitución de los castigos de prisión.
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