Primer plano del galés Nigel Rees, de 46 años, cedida por el periódico británico Ibiza Sun.

J.M.ALONSO

La familia del galés Nigel Rees ha enviado un escrito de protesta a las autoridades españolas en el que se queja de la tardanza en la conclusión de las pruebas forenses que deben determinar si el cadáver que se encontró en noviembre pasado en sa Talaia de Sant Antoni se corresponde con su identidad, confirmaron ayer fuentes judiciales.

Este cuerpo fue encontrado por un excursionista a principios de noviembre pasado. Según la autopsia, llevaba muerto unas tres semanas. Por lo tanto, ya son seis meses lo que se está demorando la identificación. Fuentes judiciales explicaron que desde Eivissa ya se ha enviado al Instituto Forense de Barcelona en el que deben cotejarse los datos genéticos todo lo necesario para realizar la comprobación, pero ni en los Juzgados de Eivissa ni en la Guardia Civil se ha recibido respuesta.

Según los investigadores de la Guardia Civil, todo apunta a que el cuerpo de sa Talaia es el del galés, y lo mismo piensan en el ámbito judicial. Sin embargo, la BBC, en su página web, asegura lo contrario, aunque no se cita el motivo.

El cuerpo lleva seis meses congelado en el tanatorio de Eivissa, desde donde ya han reclamado a los Juzgados, ya que necesitan el espacio para los cadáveres.

Así la cosas, el destino de Nigel Rees, conocido en su pequeño Ammanford natal por el apodo de Nigel Cap (Capitán Nigel), sigue siendo un misterio. Nada se sabe de él desde que llegó a la isla a finales de este verano. Según el diario británico South Wales Guardian, Rees, de 46 años, vivía con su perro en una caravana a las afueras de Ammanford y era muy conocido en el ambiente de los pubs de esta localidad galesa. La BBC añadió a la biografía de este hombre la decisión de realizar un largo viaje con su caravana que habría comenzado en Eivissa. Llegó a la isla en septiembre y desde entonces nada se sabe con certeza.