Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron anteayer en Madrid a ocho personas que integraban un grupo especializado en cometer robos en naves industriales y en casas de lujo en Eivissa. En los asaltos, cometidos mientras sus moradores se encontraban en el interior, no dudaban en emplear la violencia física y las amenazas contra sus víctimas. Entre los detenidos están las dos personas que buscaban en la isla la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO). Al parecer, se trata de una pareja que en verano reside en Eivissa. La policía reventó el pasado martes dos pisos en Eivissa en busca de estas personas, uno de ellos en Siesta, donde se incautaron de material robado. Este grupo podría ser el responsable de numerosos golpes cometidos el pasado verano en la isla, como el robo en el supermercado Punto Cash, en la nave de Coca Cola y en pabellones de la carretera del aeropuerto. Hasta el momento se les imputan 450 hechos delictivos cometidos en Eivissa, Madrid, Lugo y Málaga. En los doce registros en la isla y en la capital se han intervenido gran cantidad de efectos sustraídos, así como armas y hasta un uniforme de la Guardia Civil, así como sofisticados medios técnicos que empleaban para perpetrar los asaltos. La policía ha realizado también una investigación patrimonial y se han bloqueado cuentas corrientes y fondos de inversión. A los detenidos se les imputa también un delito de asociación ilícita. Entre lo intervenido hay armas de todo tipo, un uniforme de guardia civil, así como sofisticados medios técnicos que empleaban para cometer los asaltos. Los investigadores han realizado también una investigación patrimonial sobre los integrantes del grupo delictivo y se han bloqueado cuentas corrientes y otros productos financieros. La operación Culata se inició en mayo de 2007.

Comandos
Los detenidos utilizaban procedimientos propios de comandos militares para cometer los asaltos. Para ello sustraían previamente, y por cualquier método, vehículos de alta gama. Tras esto analizaban sus objetivos, principalmente naves industriales dedicadas a la logística o al almacenaje y distribución de efectos (televisores de plasma, ordenadores, videoconsolas...). El objetivo era detectar las medidas de seguridad y el momento propicio para cometer los robos. Tras inutilizar las alarmas accedían al interior de las naves y cargaban los efectos en vehículos de carga que habían sustraído con anterioridad. No dudaban en emplear la violencia contra los vigilantes de seguridad o los agentes policiales si eran detectados. En alguna ocasión se habían disfrazado de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad con el fin de detener a transportes de mercancías durante su tránsito y sustraer los objetos de su interior. Últimamente se habían especializado en cometer robos con fuerza en oficinas y almacenes de joyería, en los que empleaban sofisticados medios técnicos que han sido intervenidos. En los registros realizados se han intervenido abundantes piezas de joyería (entre las que se encuentran relojes de prestigiosas marcas); un arma de fuego y abundante munición; armas blancas y contundentes; y un uniforme de la Guardia Civil. Igualmente se incautaron de sustancias estupefacientes y dinero en metálico. También se ha recuperado gran cantidad de material sustraído como perfumes, ropa de lujo, productos de electrónica, informática, teléfonos móviles, videoconsolas y ordenadores portátiles.