Caso resuelto. J.C.P., el vecino de Sant Agustí que el pasado domingo denunció haber sido víctima de un atraco a mano armada por tres individuos que le asaltaron después de que notara un pinchazo en su coche, confesó ayer en el juzgado también que todo había sido un invento suyo. Un día antes, como ya informó este periódico, lo hizo ante la Guardia Civil. Todo ello después de que dicha persona se derrumbara anteayer antes las sospechas y evidencias que le mostraron los agentes que investigaron su caso, momento en el que se formalizó su detención.

J.C.P. saldará su error pagando una multa de 1.350 euros. Este el dinero que tendrá que depositar en la caja de los juzgados después de que durante la mañana de ayer pasara por el juzgado de guardia y, en un juicio rápido, aceptara la pena de nueve meses multa a cinco euros diarios que le pedía el fiscal por haber simulado un delito. El acusado reconoció, una vez más, que había perdido una cierta cantidad de dinero (al parecer una cantidad comprendida entre los 2.000 y los 3.500 euros) que no le pertenecía y que inventó la historia del atraco para camuflar lo sucedido. Dicha persona manifestó que simplemente no recordaba dónde había guardado o gastado esta suma.

La historia que montó el acusado pasó por distintas versiones. Por un lado, dijo que tres hombres armados le habían robado cerca de 3.500 euros. Más adelante indicó que entre los ladrones se hallaba una mujer. Asimismo relató que el suceso ocurrió cerca del Festival Club y que los asaltantes le «obligaron» a parar tras informarle de que llevaba una rueda pinchada. Pero en su relato de los hechos, J.P.C fue añadiendo más datos controvertidos a su rocambolesca historia, entre ellos el hecho de que se sentía vigilado y que entre la documentación que le quitaron figuraban nóminas y talonarios.