Un incendio acabó en la madrugada del miércoles al jueves con una casa payesa de dos pisos unifamiliar de la localidad de Sant Miquel, en el municipio de Sant Joan, informaron ayer el servicio del 112 y los Bomberos. Las llamas, cuyo origen por el momento se desconoce, destruyeron todo el inmueble e incluso parte de un almacén anexo en el que había numerosas herramientas y aperos de campo, señalaron los Bomberos.
Cuando comenzó el fuego no había nadie en el interior de la casa. El único morador llegó cuando las llamas ya habían destrozado parte del inmueble y fue quien dio el aviso al 112 y a los Bomberos, que nada pudieron hacer por evitar el desastre.
El hombre entró en la casa supuestamente para tratar de salvar los enseres más importantes, e inhaló gran cantidad de humo, por lo que precisó asistencia médica, aunque según los Bomberos su estado no reviste peligro. Por el contrario, el perro que estaba dentro de la casa murió por asfixia, señalaron desde el Parque Insular de Bomberos.
Techos de madera
El incendio comenzó poco después de la medianoche y el equipo de extinción de los Bomberos no regresó al Parque hasta las tres y media de la madrugada.
Al tratase de una casa antigua, los techos de la casa eran completamente de madera, por lo que las llamas prendieron en las techumbres con gran violencia, lo que contribuyó a que el fuego se extendiera rápidamente por todo el inmueble.
Aunque el aspecto exterior de la casa no resulta tan dramático, el interior ha quedado completamenet destruido.
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