Una pareja de rumanos que supuestamente regenta un club de alterne de Sant Antoni fue entregada ayer en el juzgado como sospechosos de haber extorsionado durante seis meses a una prostituta de la misma nacionalidad que denunció no sólo trabajar a destajo sino también ser víctima de una violación por parte de uno de los acusados. El fiscal pidió ayer el ingreso en prisión de ambos, eludible tras depositar cada uno de ellos una fianza de 6.000 euros.

La afectada, una veinteañera que reconoció haber venido a la isla para trabajar como prostituta, interpuso la denuncia después de que viera cómo no sólo no estaba ganando el dinero que pensaba sino que también estaba supuestamente a expensas de lo que decidieran los acusados. Según su denuncia, ambos individuos, identificados como A.N. y A.D., no sólo la obligaban a trabajar en el club New Star sino que también era forzada a mantener relaciones con clientes que se presentaban de improviso en el domicilio en el que residía o trasladarse a la casa de éstos para cumplir con un servicio.

La denunciante explicó que había pactado un precio de 4.000 euros para poder viajar desde Rumanía a la isla y costear durante un tiempo su estancia en Eivissa.

Sin embargo, seis meses después de arribar a Sant Antoni, sus condiciones económicas y de trabajo empeoraron. Incluso, aseguró que, bajo coacciones, se vio obligada a presentar una denuncia falsa para implicar en otro asunto de prostitución a otros rumanos que, al parecer, eran competencia de los acusados, hecho que, a su vez, motivó en su día una actuación policial.

La misma persona relató ayer que uno de sus peores momentos los vivió semanas atrás cuando el acusado, A.D., presuntamente la obligó a yacer con ella contra su voluntad en al menos una ocasión, situación que no denunció en su día por las supuestas presiones que recibía. El caso llegó ayer al juzgado de guardia, cuyo titular, el magistrado José Espinosa, responsable del juzgado de Instrucción número 2 de Eivissa ha abierto diligencias contra los dos sospechosos que pueden acaba con ambos sentados en el banquillo enfrentándose a penas de cárcel por un delito relacionado con la prostitución, extorsión, coacciones y falsa denuncia.