Uno de los dos detenidos por narcotráfico, ayer, a la salida del Juzgado, camino de la prisión. g Foto: MARCO TORRES

J.M.A. / R.J.P. El juez de guardia ordenó ayer el ingreso en prisión de dos de los tres funcionarios de Correos que fueron detenidos por presunto tráfico de drogas. La tercera persona implicada, compañera sentimental de uno de los anteriores, ha quedado el libertad provisional a la espera de lo que dilucide en el juicio.

A prisión han ingresado A.P.A., de 34 años, y el conocido jugador de fútbol del equipo Peña Deportiva de Santa Eulària Francisco Javier Maline Galvín, de 29 años. Al tratarse de funcionarios públicos, y en el caso de que finalmente en el juicio queden demostradas las acusaciones formuladas a raíz de la investigación realizada por el Servicio de Vigilancia Aduanera y el Cuerpo Nacional de Policía, la pena mínima de prisión a la que pueden ser condenados es de nueve años de duración.

Los agentes que han realizado las detenciones encontraron en la casa de A.P.A. 340 gramos de cristal, y también se incautaron de 57 gramos de hachís y 56 de marihuana. Aunque aún no se conoce en todos sus detalles la forma en que supuestamente los detenidos traficaban con droga, según el Servicio de Vigilancia Aduanera A.P.A. enviaba paquetes a Eivissa en los que indicaba un nombre y una dirección inexistentes, por lo que quedaban almacenados en al oficina de Correos, en la que trabaja. Aprovechándose, presuntamente, de su condición de funcionario de este servicio, el acusado retiraba del interior del paquete el contenido que le interesaba antes de que el envío fuera devuelto.

Al parecer, no está muy clara la forma en la que, supuestamente, el futbolista de la Peña Deportiva participaba en el mecanismo de recepción o envío de los paquetes con droga.

En cuanto a la mujer que fue detenida, el juez de guardia la ha dejado en libertad con carácter provisional por un presunto delito contra la salud pública porque no se han apreciado indicios de su participación directa en el envío y recepción de paquetes con droga, aunque se sospecha que sí que conocía la actividad ilícita que se desarrollaba en la oficina de Correos de Eivissa.