El fiscal presentó en su día cargos contra seis de los ocho detenidos por el atraco que el Hipercentro de la carretera de Sant Antoni sufrió el 31 de julio de 2004 cuando dos encapuchados, apoyados por otros en el exterior, se apoderaron de 90.000 euros tras amenazar a los empleados con un mazo. Su causa se verá el próximo martes ante la responsable del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, la magistrada Marina Rodríguez, en un juicio en el que los sospechosos se enfrentan a penas de cinco años de prisión y para el que también han sido citados cerca de 40 testigos.

La Guardia Civil sorprendió a cinco de los detenidos en un piso de la carretera de Santa Eulària donde se supone que se custodió el botín del robo tras localizar este domicilio en una compleja investigación que culminó más tarde en Madrid y en la localidad toledana de Illescas. En la Península cayeron dos jóvenes magrebís que supuestamente ocultaron sus cara para perpetrar el asalto. Los otros sospechosos, que tendrán que responder a las preguntas del fiscal y de sus defensas, tenían residencia en la isla y se considera que de una manera u otra participaron en la planificación y ejecución de este atraco. Entre los implicados llegaron a figurar al menos dos ex empleadas del Hipercentro, una trabajadora rumana y la novia de otro de los detenidos.

Asimismo, otro de los sospechosos, con antecedentes por otro robo en una superficie comercial de Mallorca e involucrado en una estafa de 70.000 euros por internet, se cree que prestó su propio coche para facilitar la huida de los asaltantes.