Las vacaciones de un grupo de una docena de turistas belgas y franceses en la bahía de Portmany han acabado por el momento con uno de ellos detenidos. Vinieron a Eivissa creyendo que todo estaba permitido y que el alojamiento la posibilidad de «celebrar fiestas» que incluían todo tipo de desmanes. Así lo alegó ayer ante el juez Roland Edouard P.R., de 27 años, quien debe hacer frente a daños, que han sido valorados en 700 euros, cantidad en la que fue tasada los daños ocasionados en un una puerta del establecimiento hotelero después de una última jornada local.

Según la información recogida por este periódico, la propia dirección del hotel, ubicado en la avenida Sant Agustí, tuvo que advertir a varios miembros de este grupo que el establecimiento en el que se alojaban estaba destinado al turismo familiar y no a acoger «fiestas». Todo ello, después desde que el pasado día 9, fecha en la que estos jóvenes llegaron a la isla, se sucedieran los desmanes en las instalaciones hoteleras y estos turistas mostraran su convencimiento de que los ruidos y toda clase de algarabía estaban permitidos.

Roland Edouard R.P. fue detenido por la Guardia Civil de Sant Antoni después de que en el hotel afectado en los últimos días se hubieran apreciado en la rotura de un cristal, el vaciado de varios extintores y daños en la ventana de un cuarto de baño. La rotura de una puerta, desperfecto que se atribuyó directamente al sospechoso, fue la gota que colmó el vaso después de otra jornada de vandalismo, momento en que se decidió requerir la presencia de la Guardia Civil. Hasta ese momento, todos los destrozos habían sido considerados «accidentales» después de que los propios implicados dieran distintas explicaciones y se «disculparan» por lo sucedido.

En el caso de Roland Edouard P.R., éste, tras la intervención policial, quedó arrestado y ayer mismo fue puesto a disposición judicial por agentes del instituto armado como supuesto autor de un delito de daños.