B. ROSELLÓ Siete detenidos y 250.000 euros en material intervenido es el resultado de la Operación Transilvania llevada a cabo por los agentes de la Guardia Civil de Sant Antoni al desarticular una banda de rumanos dedicada a estafar mediante la clonación de tarjetas de crédito y falsificación de documentos personales.

La operación, que continúa abierta ya que no se descartan nuevas detenciones, finalizó con el arresto de siete individuos, cuatro mujeres y tres hombres, en una casa ubicada en las proximidades de Sant Agustí, en Eivissa. En el domicilio se hallaron más de 34.000 euros de dinero en efectivo, dos pistolas simuladas, joyas por valor de unos 15.000 euros, ocho televisores de plasma, ocho ordenadores portátiles, 36 teléfonos móviles de alta gama, seis cámaras de vídeo, hornos, vitrocerámicas, ropa de primeras marcas, perfumería, aparatos de gimnasio y otros elementos de muy diversa índole así como un centenar de tarjetas de crédito y documentos de identidad falsificados y un vehículo Mercedes de la clase E, valorado en unos 42.000 euros, adquirido supuestamente como fruto de la actividad delictiva desarrollada por la banda, organizada y perfectamente jerarquizada.

El modus operandi del grupo, que llevaba tres años en activo en varios lugares como la costa de Andalucía y Murcia, se basaba en robar tarjetas de crédito al descuido, y el correspondiente documento de identidad, con las que posteriormente realizaban compras en distintos comercios. Según fuentes de la investigación, nunca utilizaron la fuerza y se estima que hay cerca de una treintena de perjudicados, entre particulares y comercios, por la actividad ilegal de los detenidos, a los que también se les intervinieron útiles para la clonación y falsificación así como lectores-copiadores de bandas magnéticas, microcámaras, laminadores y plastificadores.

La operación, en la que participaron ocho agentes de la Guardia Civil de Eivissa, empezó a principios del mes de julio tras detectarse varias compras de gran valor en diversos establecimientos de la isla que levantaron sospecha en los propietarios de estos comercios. Tras dos semanas de seguimiento, los agentes de la Guardia Civil localizaron el domicilio y centro de operaciones, donde finalmente fueron detenidos todos ellos. Según fuentes de la investigación, el trabajo ha sido «duro» y calificaron los seguimientos de «especiales» ya que la banda tomaba muchas medidas de seguridad para evitar levantar sospechas.

En la casa donde habitaban Marieta Elena S., de 23 años; Constantin C., 39 años; Iulian R., 24 años; Vasílica C., 23 años; Cristina V., 22 años; Vasile Viorel R., 40 años, y Mirabela-Aura C., de 25 años también se encontraron los tíquets de todo el material comprado así como documentación en la que figura que parte de su botín acumulado a lo largo de estos tres años fue enviado supuestamente hacia su país de origen. A esto también hay que sumarle varios cuadernos en los que los detenidos registraban todos los números de las tarjetas robadas y los gastos que hacían con cada una de ellas así como el material que ya ha sido vendido por la supuesta banda.

Está previsto que los siete detenidos, algunos de ellos con antecedentes según fuentes de la Guardia Civil, pasen a disposición judicial el próximo lunes.