Día accidentado en el mar

Al parecer, Borja se fue solo a practicar pesca submarina a pulmón sobre las tres de la tarde del mismo jueves. Era un submarinista experto y salió a practicar este deporte sin bombona de oxígeno. Cinco horas después de su salida, los amigos de Borja comenzaron a preocuparse e iniciaron la búsqueda del joven. Una hora más tarde avisaron al 112, que a través de su técnico general de emergencias, organizó un dispositivo en el que no faltaron los agentes de actividades subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS), respaldados en el mar por personal de Salvamento Marítimo y voluntarios de Protección Civil. Desde tierra trataban de peinar la zona de acantilados una patrulla de la Policía Local de Sant Josep y más agentes de la Guardia Civil. También acudió personal sanitario de Ibsalut, entre los que se contaba un psicólogo para brindar apoyo a los amigos del desaparecido.

El jueves las labores de búsqueda se prolongaron desde las nueve de la noche hasta la una de la madrugada. Al día siguiente, es decir, ayer, las tareas se reiniciaron a las siete de la mañana. Sin embargo, las esperanzas se diluyeron por completo cuando a las 10'45 los GEAS encontraron el cuerpo sin vida de Borja a 28 metros de profundidad en el cabo de es Porroig.

Esta nueva muerte es la séptima que se produce por ahogamiento en Eivissa desde el pasado mes de mayo. Aunque es el primer fallecido que ha muerto practicando el submarinismo en lo que va de temporada. Sin embargo, otro aficionado a este deporte, un médico francés de 72 años, lleva desaparecido desde el pasado día 17 julio cuando salió a practicar submarinismo y no regresó.