Un barco acabó varado en la playa de Santa Eulària en la mañana de ayer. Foto: SONIA GAITÁN

PEP TUR
Tras unos días en los que parecía que el verano ya se había apoderado de las Pitiüses, una noche con rachas de viento de cierta importancia pilló por sorpresa a muchos navegantes, obligándoles a pedir auxilio a los servicios de rescate para poder hacer frente a las inclemencias meteorológicas.

Así, Salvamento Marítimo tuvo que intervenir hasta en cuatro ocasiones en pocas horas y en distintos puntos de la geografía pitiusa para auxiliar a las naves.

La primera de ellas fue la embarcación Red Fox, que acabó varada en Punta Pedrera con cinco personas a bordo que, afortunadamente, no sufrieron ningún daño. Tras llegar hasta allí, informaron a los tripulantes de cómo ponerse en contacto con una empresa para recuperar el barco.

Poco después, a una distancia de unas tres o cuatro millas del puerto de Sant Antoni, un barco de pequeña eslora, el Thira, quedó a la deriva después de que los cabos del mismo se enredaran en la hélice, por lo que Salvamento Marítimo tuvo que remolcar la embarcación, con un único tripulante a bordo, hasta el puerto.

La aglomeración de incidentes impidió que Salvamento Marítimo pudiera auxiliar a un par de barcos que se encontraban en problemas en la bocana del puerto de Eivissa, por lo que ambas tuvieron que ser atendidas finalmente por los prácticos del puerto y por las naves de la Conselleria de Medi Ambient, sin que se registrara ninguna incidencia reseñable en la operación.

Finalmente, en la mañana de ayer apareció varado sobre la arena de la playa de Santa Eulària un barco, por lo que Salvamento Marítimo se puso en contacto con su propietario para instarle a que pusiera en marcha los trámites para devolverlo al mar.