El primero de ellos comenzó sobre las 13 horas en la carretera de Santa Agnés, en una finca llamada Can Cuqueta, y las llamas acabaron con 0'16 hectáreas de pinar, unos 1.600 metros cuadrados, una superficie que aproximadamente equivale a medio campo de fútbol. Las llamas comenzaron en un área en la que se había cortado masa forestal para recuperar terreno de uso agrícola, una supuesta quema de rastrojos que se descontroló por el fuerte viento hizo que las llamas afectaran al bosque cercano y, a partir de ahí, se propagaran.
Hasta la zona siniestrada se desplazaron una brigada del Ibanat, dos agentes forestales, una dotación de bomberos formada por cinco hombres, y tres vehículos y dos patrullas, una de la Policía local y otra de la Guardia Civil. Cuarenta minutos de avistado el fuego los equipos de emergencia lo tenían controlado y el incendio se dio oficialmente por extinguido a las 17'30 horas.
El segundo fuego se desató pasadas las cuatro de la tarde en la carretera que une Santa Agnés con San Mateu, a unos dos kilómetros de Can Tixedó, cerca de la playa de Buscastell. Este segundo incendio quemó unas 0'3 hectáreas de pinar y monte bajo, 3.000 metros cuadros. Los bomberos dieron por extinguido el fuego sobre las 20'20 horas.
En el segundo incendio participó la misma dotación de bomberos que actuó en el primero, mientras algunos compañeros permanecían en la finca terminando de extinguir, otros corrían hacia el segundo emplazamiento. Nueve voluntarios de protección Civil, una cuadrilla del Ibanat, seis policías locales y cuatro guardias civiles ayudaron en la extinción de las llamas.
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