El acusado, junto con otro individuo que junto con él fue detenido en julio de 2005.

La Policía Local de Sant Antoni volvió a detener al argelino S.F.P., un hombre de 58 años que fue apresado por última vez en julio de 2005 con un revólver cargado y a quien las fuerzas policiales no dudan en tildar como «peligroso narco» aunque nunca ha sido condenado en España por ello, en la pasada festividad de Reyes.

A dicho individuo, se le intervino un revólver 38 especial del calibre 357 Magnum de la marca Smith&Wilson que iba preparado para disparar, junto con 16 cartuchos de munición y una pequeña cantidad de cocaína que el juzgado entendió bien podía ser para su consumo.

El sospechoso conducía esta vez completamente bebido un BMW al que se dio el alto en un control que se llevó a cabo de madrugada en la rotonda de entrada a Sant Antoni. S.F.P. marcó una tasa récord en la etilometría a la que se le sometió: 1,31. Tras su arresto, tuvo que comparecer en el juzgado acusado en esta ocasión de un presunto delito contra la seguridad del tráfico del que salió condenado una vez que reconoció los hechos que se le imputaban y se avino a una sentencia de conformidad.

S.F.P. aceptó pagar una multa de 1.200 euros y estar privado del derecho a conducir en los próximos 16 meses, según la información recogida por este periódico.

La última vez que dicha persona tuvo problemas con las Justicia fue también con motivo de un control de la Policía Local de Sant Antoni, aunque en esta ocasión el coche en el que iba con otro hombre y una mujer fue interceptado en ses Païsses.

El juez, sin embargo, sí entendió que dicha persona había cometido un delito de tenencia de armas. El acusado también reconoció su culpa en un juicio rápido y aceptó una pena de 16 meses de cárcel.

El nombre S.F.P., que también cuenta con la nacionalidad francesa, ha surgido en varias investigaciones policiales por narcotráfico que se han llevado a cabo en la isla desde que dicha persona se instaló en Eivissa, avaladas también por informaciones que le vinculaban en Marruecos directamente con el tráfico de hachís a gran escala.

En España ningún indicio se ha podido reunir con pruebas contra él en este sentido y, junto con media docena de antecedentes policiales por delitos menores, sólo le constaban una lesiones imprudentes derivadas de un accidente en el que supuestamente también se vio implicado años atrás el acusado.