Tres años de prisión para un taxista pirata por robar y agredir a un turista

El acusado, de origen rumano y 'sin papeles', no cumplirá la pena de prisión, sino que será expulsado del país

Los agentes de la Policía Local de Sant Antoni detuvieron el coche de S.R. cuando conducía en dirección prohibida.

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C. CUEVAS
El juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa declaró ayer a S.R., de origen rumano y 38 años, culpable de los delitos de robo con violencia, robo con fuerza en grado de tentativa y de una falta de lesiones.

Por estos delitos el acusado deberá cumplir casi tres años de prisión (dos por el robo con violencia y 10 meses por el robo con fuerza en grado de tentativa). S.R. tendrá que pagar una multa de 180 euros, el pago de las costas procesales y una indemnización de 200 euros a la víctima, el británico C.E.E.

Sin embargo, el acusado no tendrá que cumplir la pena de prisión ya que, la magistrada decretó su expulsión del país para los próximos diez años.

Al igual que ha hecho para la otra imputada en este juicio, M.A.C., rumana de 24 años, declarada culpable de un delito de robo con fuerza en el grado de tentativa y condenada a 10 meses de prisión y al pago de las costas procesales.

S.R. es el presunto taxista pirata que el pasado 5 de julio prestó un servicio de taxi al ciudadano británico C.E.E. en el West End de Sant Antoni. Durante el trayecto, S.R. sacó del taxi al inglés y comenzó a golpearle, le robó su teléfono móvil, una cadena y un anillo de plata y la cartera que contenía entre otras muchas cosas, una tarjeta de crédito.

Poco después, el acusado recogió a M.A.C., quién se apoderó de la tarjeta de crédito y logró que C.E.E. le diera el PIN.

Cuando se encaminaban a sacar dinero del cajero, una patrulla de la Policía Local de Sant Antoni dio el alto al coche en el que viajaban por conducir en dirección prohibida, en ese momento el británico logró escapar del vehículo y abalanzarse encima de los agentes pidiendo auxilio. Los policías procedieron a detener a S.R. y a M.A.C., ambos sin residencia legal en España y sin antecedentes penales.

El rumano ha permanecido en prisión desde ese momento, mientras su compañera permanecía en libertad a la espera de la resolución del juicio.

Durante la vista oral se admitió la declaración de C.E.E. como prueba aunque el británico no acudió al juicio.

Los abogados particulares de los dos acusados tendrán diez días para presentar recursos de apelación ante la Audiencia Provincial de Palma.