Agentes de la Policía Local de Sant Josep, ayer por la mañana, tras parar a un vehículo y proceder a su revisión y a la de sus ocupantes en un control. Fotos: IRENE G. RUIZ

No hay tregua en Platja d'en Bossa. La campaña de controles que está llevando a cabo la Policía Local de Sant Josep para frenar las situaciones caóticas que se estaban produciendo este verano en esta parte del municipio movilizó durante la mañana de ayer a 14 agentes. El dispositivo se prolongó durante varias horas y fue la continuación de otro similar que se montó en la noche del sábado al domingo ( de nueve a una de la madrugada) y que, a su vez, siguió a los que se llevaron durante la mañana y la tarde. La Guardia Civil, mientras, realizó otros controles específicos antidroga en el mismo escenario.

El Ayuntamiento tiene previsto continuar con la presión contra el caos a lo largo de esta semana con nuevos operativos. Los agentes levantaron sólo durante el sábado diez actas por posesión de droga y se incautaron de una pistola de aire comprimido, así como de un spray de defensa personal solamente permitido para uso policial. En los registros también se aprehendieron armas blancas, como cuchillos y navajas.

Todo ello después de un día completo de cacheos y de revisión y retirada de vehículos, la misma tónica del primer dispositivo importante que se llevó a cabo el pasado día 19, un ensayo de los que iba a venir después de que el Ayuntamiento tomara nota de las múltiples quejas de vecinos y comerciantes por los problemas con el tráfico rodado, los ruidos y la música, así como el aumento de peleas y de concentraciones de público. «El Ayuntamiento está haciendo un gran esfuerzo con esta campaña. No sólo son controles preventivos, sino también informativos para ayudar a paliar la situación», explicó ayer el Jefe de Policía, Jaume Ramon Planells.