La Guardia Civil centra ahora sus esfuerzos en esclarecer el robo con violencia que sufrió la semana pasada la gasolinera de Can Musson, lugar donde dos individuos golpearon brutalmente a la empleada de la estación sin mediar palabra antes de apoderarse del dinero que contenía la caja.

En cifras globales, los datos que barajan tanto la Guardia Civil como Comisaría apuntan no sólo a la reducción de los delitos sino a un incremento en el porcentaje del esclarecimiento de los casos. Todo ello, sin embargo, coincidiendo con un aumento de las denuncias y de los sucesos que, por su menor gravedad, se califica. La Benemérita,a quien compete un mayor territorio, en concreto, baraja una reducción del 0'5% en el cómputo general de delitos contra la propiedad. El año empezó con el asalto que sufrió en la víspera de la festividad de Reyes una panadería de Can Bellotera. Nadie resultó herido pese a que en la tienda entró un individuo armado con un hacha. Éste huyó tras apoderarse de un botín de 200 euros. Para entonces, la policía seguía la pista al hombre que dejó malherida el 29 de diciembre de 2004 a la responsable de una boutique infantil de Eivissa. El caso esté pendiente de juicio gracias a que días después se detuvo al sospechoso. A.F.F. sabe ya que se va a enfrentar a 19 años de cárcel porque el fiscal ha considerado que presuntamente no se conformó con el robo sino que, además, intentó asesinar a la víctima. La isla no ha sufrido durante este año asaltos significativos a domicilios a excepción del que vivió en abril una pareja de residentes de Cala Carbó. El robo, pese a los momentos de tensión que vivieron los afectados al verse apuntados por revólveres, fue un fiasco y los ladrones huyeron de vacío ya que no había nada en la caja fuerte en el chalet.

No ha sido el único atraco ocurrido en una propiedad privada al que se enfrentan esta año las fuerzas policiales. Al menos una decena de casos relevantes han tenido lugar durante 2005, periodo en el que todas las estadísticas confirman un ligero descenso de los delitos contra la propiedad en las Pitiüses. Una buena parte de ellos han sido resueltos e, incluso, los sospechosos ya se encuentran cumpliendo condena. Otros están pendientes aún de pesquisas.

La cifra de robos con violencia sólo se dispara al sumarse oleadas puntuales que soportaron particulares en tres sucesos: media docena de atracos a ancianas en Eivissa, una nueva retahíla de asaltos a personas que portaban Rolex y una sucesión de robos a mano armada en Sant Antoni de las que fueron víctimas varias turistas, algunas de ellas vejadas sexualmente. Todos estos casos se hallan resueltos policialmente.

Otro atraco que salió mal, esta vez gracias al arrojo de los empleados, tuvo lugar en agosto en un restaurante de es Cavallet donde tres encapuchados irrumpieron con una escopeta y pistolas.

Este mismo mes la Guardia Civil puso fin a las supuestas andanzas de un venezolano y un angoleño acusados de atracar y violar a turistas de Sant Antoni. En la operación, asimismo, se detuvo a otros tres individuos por receptación. Cuatro afectadas reconocieron a su agresores, que ahora se juegan cerca de 20 años de prisión.