La imagen recoge los distintos accesos que confluyen en el cruce del cementerio de Eivissa. Foto: PAULA PALOMARES

Dos mujeres, madre e hija, resultaron anteayer tarde heridas tras ser atropelladas en el polémico cruce del cementerio viejo de Eivissa, una encrucijada mal señalizada y con poca visibilidad donde confluyen hasta media docena de accesos. Una de las mujeres sufrió lesiones graves y precisó hospitalización.

La Policía Local de Eivissa ya ha enviado a través de su gabinete técnico numerosos informes al Ayuntamiento advirtiendo de las malas condiciones en que se encuentra este sitio. La única respuesta municipal ha sido abrir un nuevo acceso de la Avenida Sant Jordi y colocar una señal de prohibido al paso que casi nadie respeta, al igual que sucede con otra de ceda al paso situada en la calle de Font i Quer.

Los vecinos de la zona han denunciado en múltiples ocasiones la situación «peligrosa y conflictiva» del cruce, un lugar en el que coinciden conductores despistados que se dirigen a Platja d'en Bossa, personas que visitan el cementerio y los que se dirigen a un SYP ubicado en la calle Quartó de Portmany y que desarrolla su actividad junto a una insuficiente zona de aparcamiento. «Es una vergüenza y algún día va a haber algo muy gordo», comentó anteanoche uno de los vecinos que presenciaron el siniestro.

El volumen de tráfico ha aumentado en la zona espectacularmente en los últimos años coincidiendo con la construcción de nuevos edificios en esta parte de es Viver, llevando con ello el consiguiente aumento de población.

En el cruce se habían producido hasta ahora accidentes, en su mayoría, de pequeña consideración. Coches mal aparcados que dificultan la escasa velocidad, giros bruscos ante situaciones inesperadas, la ausencia de una señalización bien visible y reconocible y los comprensibles despistes de los conductores son algunas de las causas que denuncian los vecinos para justificar el porqué de tantos sustos y golpes.

Los mismos riesgos se producen a pocos metros donde confluye otro cruce de salida con la Avenida Pedro Matutes Noguera. La Avenida de Sant Jordi, hasta llegar a la rotonda de ses Figueretes, se convierte en toda una aventura al ser corriente también la presencia de conductores estacionados en doble fila.

La guinda la pone, a menos de cien metros de la encrucijada del cementerio, el cruce con la calle del Músico Fermín Marí, donde se acumulan los conductores que van al McDonald's, al centro de salud de es Viver, así como al establecimiento de la cadena LIDL, a varias tiendas de la zona e incluso a la gasolinera de la Avenida de Sant Josep. Esta misma es, además, utilizada corrientemente por personas que se dirigen a Cas Serres. De igual modo, son continuos los sustos al ser habitual la presencia de conductores que no respetan el sentido único de la calle.