Dos mujeres, madre e hija, resultaron anteayer tarde heridas tras
ser atropelladas en el polémico cruce del cementerio viejo de
Eivissa, una encrucijada mal señalizada y con poca visibilidad
donde confluyen hasta media docena de accesos. Una de las mujeres
sufrió lesiones graves y precisó hospitalización.
La Policía Local de Eivissa ya ha enviado a través de su gabinete
técnico numerosos informes al Ayuntamiento advirtiendo de las malas
condiciones en que se encuentra este sitio. La única respuesta
municipal ha sido abrir un nuevo acceso de la Avenida Sant Jordi y
colocar una señal de prohibido al paso que casi nadie respeta, al
igual que sucede con otra de ceda al paso situada en la calle de
Font i Quer.
Los vecinos de la zona han denunciado en múltiples ocasiones la
situación «peligrosa y conflictiva» del cruce, un lugar en el que
coinciden conductores despistados que se dirigen a Platja d'en
Bossa, personas que visitan el cementerio y los que se dirigen a un
SYP ubicado en la calle Quartó de Portmany y que desarrolla su
actividad junto a una insuficiente zona de aparcamiento. «Es una
vergüenza y algún día va a haber algo muy gordo», comentó
anteanoche uno de los vecinos que presenciaron el siniestro.
El volumen de tráfico ha aumentado en la zona espectacularmente
en los últimos años coincidiendo con la construcción de nuevos
edificios en esta parte de es Viver, llevando con ello el
consiguiente aumento de población.
En el cruce se habían producido hasta ahora accidentes, en su
mayoría, de pequeña consideración. Coches mal aparcados que
dificultan la escasa velocidad, giros bruscos ante situaciones
inesperadas, la ausencia de una señalización bien visible y
reconocible y los comprensibles despistes de los conductores son
algunas de las causas que denuncian los vecinos para justificar el
porqué de tantos sustos y golpes.
Los mismos riesgos se producen a pocos metros donde confluye
otro cruce de salida con la Avenida Pedro Matutes Noguera. La
Avenida de Sant Jordi, hasta llegar a la rotonda de ses Figueretes,
se convierte en toda una aventura al ser corriente también la
presencia de conductores estacionados en doble fila.
La guinda la pone, a menos de cien metros de la encrucijada del
cementerio, el cruce con la calle del Músico Fermín Marí, donde se
acumulan los conductores que van al McDonald's, al centro de salud
de es Viver, así como al establecimiento de la cadena LIDL, a
varias tiendas de la zona e incluso a la gasolinera de la Avenida
de Sant Josep. Esta misma es, además, utilizada corrientemente por
personas que se dirigen a Cas Serres. De igual modo, son continuos
los sustos al ser habitual la presencia de conductores que no
respetan el sentido único de la calle.
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