La acusada tenía un piso en el edifico «Jamaica» de Sant Antoni y vendió dos veces su propiedad. Foto:SONIA GAITÁN

Dos años de prisión y el pago de una indemnización de 108.766 euros. Esta es la condena que ha recaído a una vecina de Sant Antoni procesada por vender dos veces la mitad indivisa de una vivienda que compartía con su marido en el «edificio Jamaica» de esta localidad. La mujer, natural de Madrid, aseguró durante su juicio que se había visto forzada a ello sin saber bien lo que hacía, temerosa de que su marido, un hombre de nacionalidad iraní que según ella le abandonó tras este «negocio», le diera una paliza. Asimismo destacó que estuvo «atrapada» en el país árabe durante tres años.

La sentencia por la que se condena a la acusada no hace ninguna mención sobre este particular ya que en la vista oral no declaró su ex pareja ni tampoco había constancia alguna de denuncias anteriores por malos tratos. El fallo califica las explicaciones de la mujer de «burdas e increíbles» y le atribuye pleno conocimiento de lo que hacía.

La primera de las ventas se ejecutó en 1996 y de ello fue víctima una amiga de la acusada, que abonó dos millones de pesetas. Ésta, que como la anterior pasaba grandes temporadas en Irán, de donde era también su marido, se encontró a su regreso de uno de estos viajes con la cerradura de su nueva vivienda cambiada y ocupada por personas desconocidas.