Funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) de la
Delegación Especial de la Agencia Tributaria en Balears detuvieron
el pasado domingo en el municipio de Sant Antoni a un ciudadano de
nacionalidad española como presunto responsable de un delito de
contrabando de drogas y contra la salud pública. Según el informe
facilitado por la Agencia Tributaria desde su central en Mallorca,
en el domicilio del detenido se encontraron 230 kilogramos de
hachís y unos 1.300 gramos de cocaína, «además de diversos útiles
de los usados habitualmente para la manipulación de esta clase
drogas».
Además, los agentes del SVA se incautaron de unos 8.000 euros.
Junto a la droga, los funcionarios hallaron la balanza de precisión
que se observa en una de las fotografías que ilustra esta noticia.
Está previsto que el detenido sea puesto hoy a disposición
judicial.
Las investigaciones que han conducido a esta detención, apuntan
desde Mallorca, se iniciaron en agosto de 2004 a raíz de la
aprehensión por la Agencia Tributaria de 2.100 kilogramos de hachís
en las inmediaciones del puerto de la ciudad de Eivissa, una
operación en la que se detuvo a dos personas. A partir de este
momento, el SVA intensificó las actuaciones encaminadas a
identificar a otras personas que pudieran tener alguna relación con
el cargamento de droga intervenido. Los funcionarios de la Agencia
Tributaria centraron sus pesquisas en el ahora detenido en Sant
Antoni. Las dos toneladas de droga que intervino el SVA en agosto
estaban almacenadas en una furgoneta isotérmica que estaba a punto
de embarcar en el puerto de Eivissa rumbo a la ciudad alicantina de
Dènia. Al parecer, la isla sirvió de parada intermedia entre
Marruecos y Alicante. Poco antes de que el coche embarcara en el
ferry, los funcionarios del SVA realizaron el registro y consumaron
la incautación. En Eivissa detuvo a un joven español encargado del
transporte de la mercancía, es decir, la persona que,
supuestamente, iba a embarcar el vehículo con las dos toneladas de
droga. La otra persona fue arrestada en Mallorca y se trata,
supuestamente, de un encargado de organizar la operación de
contrabando de este gran cargamento de hachís que, según fuentes
policiales, llegó a Eivissa en barco desde Marruecos. En su
momento, fuentes policiales expresaron sospechas de que grupos
organizados de narcotraficantes estén utilizando la isla como
almacén o parada intermedia antes de embarcar la droga
-principalmente hachís- hacia la Península, desde donde se
distribuiría por territorio español y europeo. No obstante, también
se apuntó la posibilidad de que, en un principio, los
contrabandistas tuvieran la intención de transportar la droga
directamente desde el norte de Àfrica a la Península.
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