La propia Guardia Civil fue requerida para que realizara pesquisas encaminadas a esclarecer tan extraño suceso después de que el alcalde este municipio, Juanma Costa, tomara cartas en el asunto pese a estar de viaje en América. Todo ello después de que Costa expresara a unos y otros su honda preocupación por una concatenación de hechos que más bien parecen debido a la casualidad que por un motivo claro. Ahora, un juzgado de Eivissa, el de Instrucción número 1, está pendiente de las muestras que se han tomado a las afectadas por si aparece alguna relaciones entre ellas que explique el fenómeno. Todas éstas, con edades comprendidas entre los 30 y los 40 años, son amigas entre sí.

Todas las emergencias tuvieron lugar en la zona de es Pujols, lugar donde había acudido la mayor parte de los formenterenses que celebraban la Nochebuena fuera de sus casas tras la tradicional cena. Los primeros indicios apuntan a que los desmayos bien pudieron producirse por un golpe de frío, al pasar del calor de los bares en los que se hallaban a padecer las gélidas temperaturas que había en el exterior. La investigación tampoco ha descartado que muchas de las afectadas también pudieron ser víctimas de un fenómeno médico de empatía, al sufrir mareos cuando vieron que a otras mujeres habían registrado los mismos síntomas que experimentaban ellas.