El funcionario de Cuerpo Nacional de Policía que fue detenido en
mayo de 2003 tras protagonizar ebrio un altercado con la Policía
Local de Eivissa y que, a su vez, fue arrestado el pasado mes de
octubre tras supuestamente embestir, también bebido, a la moto de
un agente de este mismo cuerpo, tendrá que sentarse en el banquillo
por el primero de estos hechos para responder de dos presuntos
delitos: uno de atentado y otro contra la seguridad el tráfico.
El caso será visto en breve por uno de los juzgados de lo penal
de la isla y su resolución es independiente de las actuaciones
judiciales que se llevan paralelamente para esclarecer si también
debe comparecer en otro juicio por el incidente ocurrido en
octubre.
El fiscal, en su escrito de acusación por esta primera causa,
pide hasta dos años de prisión para el funcionario de Comisaría por
el atentado, así como la privación de conducir durante tres años y
una multa de 1.800 euros por conducir bebido. El agente, que dio
positivo en las pruebas que se le practicaron tras su arresto,
también será juzgado por tres faltas de lesiones. El fiscal, por
este último cargo, reclama otra multa en su conjunto idéntica e
indemnizaciones para los tres agentes heridos que superan los 2.000
euros. En este mismo escrito de acusación, se solicita la
absolución de los cinco agentes locales que, asimismo, fueron
denunciados por el ahora imputado por las lesiones que sufrió
cuando tuvo que ser reducido. El suceso que va a ser motivo de este
juicio ocurrió el 17 de mayo de 2003, al mediodía, cuando un
policía local se hallaba en la calle Ignasi Wallis regulando el
tráfico a causa de la descarga de un edificio que estaba efectuando
una grúa. El sospechoso, que iba acompañado de una mujer y se
hallaba fuera de servicio, no hizo supuestamente caso a los
requerimientos del agente después de que éste le indicara que el
carril estaba eventualmente cortado. Tras intentar pasar por las
bravas, otros dos locales acudieron en ayuda de su compañero. Éstos
-según su versión-, al ver que el nacional también presentaba
síntomas de embriaguez, intentaron que el nacional depusiera su
actitud, se introdujera en la parte trasera del coche y dejara
conducir a su acompañante. Fue en ese momento cuando el acusado
lanzó una patada en el cuello a uno de los policías, dejándolo
malherido en el suelo. Tras ser reducido, se le detuvo. En el
último caso, el 21 de octubre pasado, el mismo funcionario
supuestamente huyó tras embestir bebido a un motorista. El agente
seguía en activo y negó estos extremos en el juzgado.
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