El coche, que había sido robado en es Canar, terminó estrellado contra la muralla.

Un año y nueve meses de cárcel. Ésta es la pena a la que ha sido condenado un joven procesado por conducción temeraria que, con otros dos amigos, fue sorprendido con un coche robado y al que la Policía Local de Eivissa detuvo después de disparar.

El joven que el 27 de agosto de2002 conducía un coche robado que esa noche, con otros dos jóvenes, terminó estrellado contra la muralla de Eivissa después de que la Policía Local realizara varios disparos contras sus ruedas al temerse que arrollara algún peatón en su loca huida aceptó ayer cumplir una condena de un año y nueve meses de prisión. El acusado puede aumentar su pena a dos años de prisión si no paga las indemnizaciones y multa impuesta por los daños causados, además de los producidos al vehículo sustraído, a un todoterreno y a un coche policial que golpeó violentamente en varias ocasiones cuando los agentes le interceptaron el paso. Tan sólo el Ayuntamiento de Eivissa ha cifrado en 3.259 euros los desperfectos ocasionados al coche patrulla. El turismo robado, por su parte, fue siniestro total.

El acusado, un joven de 24 años que cuenta al menos con antecedentes por robo, se sentó ayer en el banquillo para ser juzgado por un delito de conducción temeraria. El día que fue detenido conducía un coche que era buscado por las policías de la isla desde hacía cuatro días después de que se hubiera denunciado su desaparición de es Canar. Según las averiguaciones que se realizaron en su día, dicho turismo fue robado por otro de los dos jóvenes que iban con el ayer acusado. Éste ya fue condenado en su día por robo. Un vehículo camuflado de la Policía Local descubrió este coche cuando los jóvenes circulaban por la calle Ignacio Wallis.