Los hechos tuvieron lugar el pasado 1 de febrero en la gasolinera de Sant Rafel.

La decisión judicial se basa en dos premisas, principalmente: el testimonio totalmente exculpatorio de la que en su día se consideró la víctima y en la evidencia de que dicha persona recibió una manotazo en la cara después de que el acusado «repeliera» la agresión que estaba sufriendo por parte de ella. El acusado, un joven residente en la isla, sin embargo, mostró un comportamiento muy violento cuando intervino la Guardia Civil, hecho por el que se le condena a seis meses de cárcel.

Así lo ha entendido la responsable del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez, después de que el caso fuera visto pocos días después de que la pareja se viera inmersa en una discusión ocurrida el pasado 1 de febrero por cuestiones de celos e infidelidades, disputa que terminó dentro de la gasolinera de Sant Rafel con el ruego de la mujer para que se llamara a la policía. La sentencia aclara todo al señalar que la presunta víctima manifestó en el juzgado de guardia que «fue una discusión y que la mala era ella, que se pegaron los dos y que no deseaba continuar en el procedimiento». Estas mismas palabras las ratificó luego el día del juicio, donde, además, añadió, que era ella quien «le pega a él y que él no le ha pegado nuca».

La jueza, así, resuelve que «a la vista de lo expuesto sólo cabe afirmar que el manotazo que el acusado dio fue para repeler la agresión». La Guardia Civil llegó a la gasolinera justo cuando el sospechoso entraba en la tienda de la estación de servicio, lugar donde se había refugiado la joven sangrando por una herida en la nariz. Dos agentes resultaron con lesiones leves en la acción para parar y reducir al acusado.