La policía ha encontrado en un domicilio de Valladolid abundante material relacionado con las profanaciones de tumbas ocurridas el pasado mes de enero en el cementerio del Carmen de la capital vallisoletana. El inquilino, R.H.E, de 27 años se halla ingresado en la planta de psiquiatría de un hospital por una lesión en las cuerdas vocales provocada por ingestión de amoniaco.

Entre el material descubierto, se halló un busto de un militar valorado en varios millones; dos representaciones en madera de triángulos azules con imágenes pintadas de ojos; un ejemplar de la revista «El Milagro»; un crucifijo; tres calaveras de plástico; un cuadro que representa ritos de muertos; un pañuelo negro de grandes dimensiones con dibujos de esqueletos; el libro «Teledominio XX»; un vídeo sobre el demonio y multitud de dibujos realizados en papeles, cuadernos y agendas.Las imágenes que aparecen en uno de los cuadernos representan momentos de la profanación de sepulturas, de la búsqueda de los nichos y de la extracción de los cuerpos. La policía cree que el sospechoso buscaba el cadáver de su abuela. Éste explicó a los médicos que había ingerido el amoniaco porque «quería separase de su cuerpo», ya que, según añadió, así tenía el poder de resucitar a los muertos.

El pasado día 4 de enero aparecieron esparcidos trozos de estatuas de palomas y de imágenes de la Virgen y panteones cubiertos completamente de flores en el camposanto. Al día siguiente aparecieron en el cementerio los restos de un cadáver que permanecía envuelto en una sábana blanca. Luego, en una calle, apareció un cráneo que escondía en su interior la ficha auxiliar de un DNI y que fue abandonado junto a un triángulo de madera pintado. Entre los últimos episodios figura la colocación del torso de un cadáver en un árbol del mismo cementerio y más profanaciones.