El asesino y la víctima fueron en coche hasta la finca Es Barranc.

J. JIMÉNEZ/G. PICÓ
María Isabel Ferrer fue asesinada en el mismo camino donde apareció su cadáver y falleció a causa de un traumatismo craneal abierto. Estas son dos de las conclusiones que se desprenden de la autopsia que se practicó ayer al cadáver de la mujer en el Instituto Anatómico Forense de Palma. El cuerpo fue encontrado alrededor de las 12.10 horas del pasado miércoles en medio de un camino en la finca de Es Barranc, en una zona de monte bajo, entre s'Hostalot y Puntiró.

Según la autopsia, el cuerpo de María Isabel, que era madre de dos hijos, uno de diez meses y otro de pocos años, presentaba múltiples golpes en distintas partes del cuerpo, algunos de ellos considerados de defensa, por lo que intentó defenderse del agresor.

El asesinato se cometió con casi toda seguridad el viernes, día en que desapareció Hamir Guezzar, el novio de María Isabel Ferrer Segura. Este individuo, que ya había sido denunciado por malos tratos, huyó a su país natal, Marruecos, de forma precipitada y desde allí llamó por teléfono a la familia para facilitar pistas del lugar donde estaba el cadáver. Hamir, de 28 años, supuestamente fue en coche con María Isabel hasta el camino de Puntiró y le dio un primer golpe con una piedra en la cabeza. La víctima quedó semi consciente y se fue tambaleando por el camino con la cabeza abierta y sangrando de forma abundante. Unos sesenta metros más adelante el asesinó se ensañó con ella y le propinó varios golpes que le provocaron una gran hemorragia y le desfiguraron la cabeza y el cráneo. Acto seguido dejó el cadáver en el camino, sin preocuparse mucho por esconderlo, y huyó.

Dos motoristas del Cuerpo Nacional de Policía fueron quienes encontraron el cadáver, tumbado boca arriba, con grandes manchas de sangre y cubierto con bolsas de plástico. En un principio se pensó que Hamir pudo haber asesinado a María Isabel en otro lugar y después trasladó el cadáver hasta la finca, pero esta hipótesis quedó despejada ayer tras la autopsia, que confirmó que el brutal crimen se cometió en el lugar donde apareció el cuerpo. En el camino se encontraron numerosas manchas de sangre en la tierra, la hierba y las piedras que rodeaban el cadáver. Ayer se reclamó a Interpol la detención del marroquí Hamir Guezzar, principal sospechoso del asesinato.