Los hechos ocurrieron el pasado domingo por la tarde en la gasolinera de Sant Rafel. Foto: MARCO TORRES
05/02/04 0:00
El joven de Eivissa de 30 años que fue detenido por la Guardia Civil el pasado domingo en la gasolinera de Sant Rafel después de una mujer entrara sangrando y se desmayara en la tienda de la estación de servicio quedó ayer en libertad a la espera de conocer una sentencia que puede saldarse con una condena de tres meses de cárcel por los supuestos malos tratos y otros seis meses por terminar supuestamente a golpes con los agentes que intervinieron.
Todo ello, tras asegurar que no tenía ningún miedo de éste, persona que -siempre según su testimonio- nunca le había puesto una mano encima.
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