En la foto, una imagen de archivo de uno de estos encuentros.

Un conductor, A.B.R., fue absuelto en sala sin que se recogiera el testimonio de José Antonio Camacho, Michel, José Carcelén, Pedro de Felipe o Ricardo Gallego, quienes figuraban también en la lista presentada por el letrado de la defensa, el abogado Marcos García Montes. El fiscal decidió retirar la acusación al final de la vista al entenderse que, pese a que el conductor dio positivo, las pruebas practicadas en el juicio no demostraban que estuviera ni mucho menos impedido para la conducción. El ministerio público pedía en un principio una multa y la privación del derecho a conducir durante tres años.

Todo ocurrió a principios de julio del año pasado después de que el grupo de amigos de el ex seleccionador disputara un partido de fútbol y luego se reuniera para cenar en un conocido restaurante de Santa Gertrudis con motivo del cumpleaños de la mujer de José Antonio Camacho.

La Guardia Civil interceptó el coche en el que iba el acusado tras su salida del restaurante en un control aleatorio que se montó en una rotonda cercana al establecimiento sobre las dos de la madrugada. La alcoholemia dio 0, 79 y 0,73. Los agentes de Tráfico recogieron en su atestado que el conductor olía a alcohol, tendía a la repetición de frases con habla pastosa y que evidenciaba síntomas de cansancio.

Por contra, se señaló que se comportó con educación y que su forma de andar y moverse eran correctas. En el juicio, el acusado manifestó en su descargo que había tomado una cerveza, antes de cenar y alguna copa de vino, dejando sin probar un whisky porque ya era muy tarde. Además, añadió que estaba tomando medicación (Clamoxil 500) y, que si alguien notó algo raro al andar, ello debió deberse a las secuelas que le han quedado en una pierna tras tres operaciones en la rodilla. Destacó también que sólo podía olera colonia.