Las primeras llamas en el número 1 de la calle Alta de sa Penya, inmueble de dos plantas que se vio afectado por el incendio, fueron descubiertas poco después de las once y media de la mañana de ayer. Un operativo de Policía Local y de ambulancias se puso en marcha ante la emergencia mientras venían de camino los bomberos. A su llegada, las emergencias se encontraron con un humo abundante en la zona y con la comprobación de que las dos personas que residían en el citado inmueble, dos ibicencos de unos 60 años de edad, no habían salido a la calle. Según fuentes policiales, uno de los moradores se hallaba en una ventana, sacando varias veces hacia fuera la cabeza, mientras que la situación del otro era una incógnita. Los policías entraron rápidamente en la casa, totalmente anegada por el humo. El otro ocupante del domicilio fue encontrado en la primera planta completamente desorientado y dando vueltas alrededor de una mesa, según explicaron las mismas fuentes.

Los dos hombres fueron inmediatamente sacados de la casa y, pese a la tensión registrada y al humo, no precisaron posteriormente asistencia sanitaria, declinando, incluso, cualquier ofrecimiento para ser trasladados en ambulancia a Can Misses. Esta asistencia, sin embargo, sí fue precisa para uno de los policías que actuaron, que tuvo síntomas de taquicardia. El agente fue evacuado al hospital. La primera inspección ocular que se efectuó en el domicilio evidenció que el fuego se había iniciado en la planta baja. Ayer no se conocían las causas exactas, pero no se descartaba la posibilidad de un cortocircuito.

Los cinco bomberos que intervinieron estuvieron hasta pasadas la una de tarde revisando la casa. Las llamas y el humo causaron grandes daños en todo el inmueble. Un portavoz de la Policía Local señaló que estaba prevista una inspección de los técnicos municipales ante el peligro potencial que se desprendía de lo ocurrido, especialmente por la debilidad del encofrado.