Agentes el Cuerpo Nacional de Policía de servicio por sa Penya.

El nuevo plan con el que va a intentar poner coto a los narcotraficantes de sa Penya también contará con dispositivos con los que se someterá al barrio a una vigilancia policial durante las 24 horas al día. Una iniciativa similar fue puesta en marcha con resultados satisfactorios durante la fallida «Operación Esperanza», con la que se puso cerco a los clanes durante el primer semestre de 1999 con vigilancia estática de agentes de Comisaría y de la Policía Local en cinco accesos al barrio. Así lo comunicó ayer la directora insular, Marienna Sánchez Jáuregui, quien manifestó que este operativo incluye sistemas para que los agentes que intervengan lleven a cabo labores de prevención e investigación durante las 24 horas.

Los dispositivos preparados a tal efecto están en su fase inicial, a la espera de que el Ayuntamiento vuelva a colocar los vallados puestos en zonas estratégicas días atrás y que vecinos de sa Penya arrojaron al mar a altas horas de la noche. Los técnicos municipales están trabajando aún para lograr que la próxima instalación de vallas que se realice en la zona sea mucho más eficaz.

Ello conlleva que se estén barajando soluciones para evitar que puedan volver a producirse capítulos como el ocurrido durante la citada noche cuando un grupo de residentes causó distintos destrozos a la vez que arrancaban las vallas. Sánchez Jáuregui, sobre este particular, precisó que en el hipotético caso de que los integrantes de los clanes se las ingeniaran para burlar este dispositivo, o se volvieran a producir capítulos violentos, se desarrollarán otras medidas que se estudian para que el cerco a los traficantes tuviera la misma eficacia con la que se ha diseñado.