GUILLERMO ROMANÍ Un turista francés de 52 años de edad se convirtió ayer tarde en la primera persona que muere durante la presente temporada turística mientras se bañaba en Formentera. La víctima, identificada como Henry Arvopooli, pereció en la playa de Llevant cuando entró a bañarse pese a que una bandera roja ondeaba a 150 metros informando del alto riesgo que suponía entrar en el mar.

Henry Arvopooli, una persona con un historial de problemas cardiacos, fue encontrado flotando en el agua sobre las cinco de la tarde en la zona comprendida entre los quioscos Ministra y Tanga y a unos 50 metros de la orilla.

Personal de Cruz Roja y del 061, una vez llevado el cuerpo a la arena, intentaron la reanimación del paciente pese a que ya no se podía hacer nada por su vida, ya que el turista fue sacado ya del mar sin señas que demostraran que aún se mantenían sus constantes vitales.

El levantamiento del cadáver tuvo lugar a media tarde y está previsto que en las próximas horas se le realice la autopsia para conocer con exactitud las causas de su muerte.