Un turista francés de 52 años de edad se convirtió ayer tarde en la
primera persona que muere durante la presente temporada turística
mientras se bañaba en Formentera. La víctima, identificada como
Henry Arvopooli, pereció en la playa de Llevant cuando entró a
bañarse pese a que una bandera roja ondeaba a 150 metros informando
del alto riesgo que suponía entrar en el mar.
Henry Arvopooli, una persona con un historial de problemas
cardiacos, fue encontrado flotando en el agua sobre las cinco de la
tarde en la zona comprendida entre los quioscos Ministra y Tanga y
a unos 50 metros de la orilla.
Personal de Cruz Roja y del 061, una vez llevado el cuerpo a la
arena, intentaron la reanimación del paciente pese a que ya no se
podía hacer nada por su vida, ya que el turista fue sacado ya del
mar sin señas que demostraran que aún se mantenían sus constantes
vitales.
El levantamiento del cadáver tuvo lugar a media tarde y está
previsto que en las próximas horas se le realice la autopsia para
conocer con exactitud las causas de su muerte.
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