Los empleados de Pompas retiran el cuerpo sin que los turistas se percaten de la tragedia. Foto: KIKE TABERNER.

El turista muerto llevaba apenas cinco días en la isla. La Guardia Civil está ahora pendiente del resultado de la autopsia para confirmar o no la posibilidad de que dicha persona hubiera perdido la vida como consecuencia de una ingesta de drogas, una hipótesis que se barajaba tras el primer reconocimiento que se hizo al fallecido y a la habitación donde se alojaba. La víctima, sin embargo, no fue encontrada con ninguna aguja clavada ni, al parecer, se descubrió alguna jeringuilla durante la inspección ocular.

Según la información recogida por este periódico en el lugar de los hechos, sí se encontraron pastillas o medicación que hacía pensar en una muerte por sobredosis. Responsables del hotel señalaron al respecto que se desconocía por completo la causa de la muerte y confirmaron que no se habían detectado signos de violencia o circunstancias extrañas.

Precisaron que, según sus datos, no se podía asegurar que el joven hubiera consumido drogas, aunque tampoco se descartaba. Los responsables del hotel donde el turista residía dieron aviso de lo ocurrido después de que se encontrara ya sin vida a dicha persona, cuando eran cerca de las nueve y media de la noche. La víctima se hallaba en ese momento solo y no había dado ningún problema durante sus días de estancia en este establecimiento, ni siquiera había organizado ningún tipo de fiesta horas antes de que fuera descubierto el óbito . Incluso, era considerada una persona deportista que iba a asiduamente a un gimnasio. El cadáver, con presencia judicial y del forense, fue levantado poco antes de las once de la noche, entre la indiferencia de los turistas que en ese momento pasaban por el West End.